Me miras, de cerca me miras, cada vez más cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde el aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces, mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llenas de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua. (Rayuela, Julio Cortázar)
lunes, 8 de diciembre de 2014
Un café con tostadas, mantequilla y mermelada.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde el aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces, mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llenas de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua. (Rayuela, Julio Cortázar)
martes, 16 de julio de 2013
un cuento de abril
Me esperaste con una tonta sonrisa en la puerta del salón y me dijiste: " Es hora". Quise entrar, quise decirte que estaba muy ocupada, que podríamos ir cualquier otro día, pero en ese momento era incapaz de articular una sola palabra, al menos no una coherente. Sin darme cuenta, ya estábamos subiendo aquel puente. Me jalaste del brazo, en uno de esos raros lapsus de emoción que te dan de la nada. Tú solo querías llegar rápido y casi caigo de las gradas por seguirte. Finalmente llegamos, llegamos a tu tan famoso Jacarandá. No era la primera vez que iba, pero jamás imaginé que iría contigo. Me jalaste una vez más, esta vez hacía una mesa, la más oculta, la más alejada. Pediste dos cervezas. En fin, es casi imposible, para mi, poder describir la mezcla de sentimientos, pensamientos, etc. Estaba totalmente confundida y ofuscada. Estuve a punto de decirte la verdad cuando de la nada sonó tu celular; era el tonto de tu enamorado...
Contestaste y dijiste que estabas ocupada; colgaste. Estuvimos sentadas mirando nuestros vasos por casi 30 minutos, luego, sacaste tu cell y llamaste a alguien, 10 minutos después, cuatro de tus amigos llegaron, 7 minutos más, tres de tus amigas estaban gritando tu nombre desde la otra esquina del local. Pronto nuestra mesa estaba llena. Me presentaste como una de tus compañeras de la U...para qué decir que me sentía totalmente fuera de lugar. Tú te veías tan feliz; tus amigas reían, tu amigos reían. Todos hacían una bonita fotografía de fiesta y yo, bueno, yo solo soportaba tanta hipocresía porque necesitaba decirte la verdad. Pasaron las horas, bailamos, tomé y seguí tomando hasta que perdí la noción del tiempo, espacio, de mi misma. Vi tu rostro sonriente, tus mejillas.... La música no me dejaba escuchar tu risa, el lugar estaba oscuro, no podía verte. Me levanté para buscarte, tenía que encontrarte, tenía que decírtelo, pero te desvanecías entre toda esa gente. Salí corriendo de aquel lugar. La brisa del viento susurraba tu nombre. Te vi, te vi mirándome a lo lejos. Corrí hacía ti te quise alcanzar, pero de pronto, cuando estuve a punto de alcanzarte, un espacio enorme creció entre nosotros. Sentí un vacio bajo mis pies y volé, volé para llegar a ti.
Querida, tomé consciencia de lo que pasaba cuando un sonido estridente estuvo a punto de reventar mis oídos...un auto acababa de golpearme. Es una pena...siempre le tuve miedo a los puentes.
viernes, 3 de febrero de 2012
Reverse
Kiri en reversa
+ Kiri, kiri, wach auf!! Die mama hat gesagt du muss eine Runde mit Carlo machen.
•Ella, lass mich noch eine Minute schlafen!
Un dolor agudo se extendía por la espalda de Kiri. Sentía los pies entumecidos y la garganta muy seca. Abrió lentamente los ojos, pensando ver a la pequeña Ella delante suyo. Le diría que estaba muy cansada y que en unos treinta minutos sacaría al perro a pasear. Sin embargo , todo alrededor era extraño y ajeno, aún no podía entender qué pasaba y no comprendía dónde se encontraba. Envuelta en confusión sintió miedo, volvió a cerrar los ojos esperando que al despertar la pequeña Ella le sonriera y saltara sobre su cama para hacer que Kiri se levante. Nada de esto pasó, una voz cercana la despertó, era una risotada estridente. Kiri abrió una vez más lo ojos y vio a un hombre a su lado, una voz más delicada le preguntó si quería beber algo; kiri la observó algo confundida, mas para no pasar vergüenza por su largo e insólito silencio decidió tomar una Coca-Cola. El hombre que estaba a su costado le dijo alegremente que ya solo faltaban 3 horas para llegar a Lima.
+ Te has quedado privada,¿ verdad?
- Parece que sí
+ No te preocupes, en tres horas ya estaremos en Lima y seguro tu familia estará esperando te con una orquesta….
El hombre siguió hablando. Kiri había perdido cuenta de las horas en aquel avión. Todo parecía tan surreal. Hace un año, el mismo día y a la misma hora había estado muy ansiosa en el aeropuerto Jorge Chavez esperando el avión que la llevaría por un año a vivir la más grande aventura de su vida. El tiempo le había jugado un truco perverso, todo parecía tan reciente, como si hubiese pasado ayer. Sentada junto a una ventanita, kiri observaba un mar de inconmensurables nubes, sus pensamientos flotaban, se perdían, se mezclaban. Hace menos de una semana su chico F. había estado a su lado, sosteniendo su mano para hacerla sentir mejor, la había hecho reír y la había mirado a los ojos. Recordaba sus palabras de aliento, esas palabras que la levantaba cuando más derrotada se sentía. Necesitaba de sus palabras, pero estas se escondían entre los recuerdos. Hace unas horas se había despedido de sus amigos, hace unas horas había visto llorar a las peques Ella y Mia; las abrazó y prometió nunca olvidarlas, hace unas horas se había acurrucado como una bolita debajo de las mantas junto a su chico F, y , y ahora se encontraba a kilómetros de distancia de esas personas, de esos lugares, lejos, sí, estaba muy lejos.
Una voz se dejo escuchar en todo el avión, el capitán anunciaba la llegada del avión a Lima. La gente, exhausta por las horas de viaje, solo atinaban a mirarse y un tímido aplauso se dejo oír al momento del aterrizaje. La realidad se precipitaba en la mente de Kiri. Su tiempo en Frankfurt había terminado. Sin embargo, una vez más un pedazo de su alma se había quedado allá. Kiri por experiencia, sabía que esos trozos de alma son irrecuperables, se quedan allí acompañando a los lugares y personas que una vez amó. El tiempo seguía pasando, era hora de bajar de aquel avión, era hora de enfrentar su realidad. La gente se veía tan pequeña, los anuncios tan coloridos, no había ni un solo perro ladrando alrededor. A recoger las maletas, se dijo a sí misma, esperó y luego de muchos minutos y un esfuerzo sobrehumano para cargar las maletas y pasar los controles, al fin veía de nuevo a quienes más quería. Se sentía feliz, pero confundida, fotos, flores, todos hablan la misma lengua, entiende todo y , sin embargo, se siente perdida en mares de palabras, de frases que se entienden pero que no tienen sentido. Busca al chico F, busca a Marju, busca a Carlo, a las niñas, a las chicas…y una lagrimita se escapa y muere en su mejilla…
jueves, 10 de noviembre de 2011
Hechizo (recuerdos pasados)
Llévate a Audrey Hepburn porque ya no quiero un breakfast at Tiffany's.
LLévate mis pasos perdidos en el desierto de Coelho
LLévate las mañanas de invierno con sus grises nubes, con sus abrazos
LLévate los cafés, los cafés con soledad y una tostada en la mano
Llévate la luz de luna que se reflejaba en el lago
Llévate a Chino y Nacho
Llévatelas a ellas, a ellas y a todos sus estúpidos comentarios.
Pero...quédate, quédate con las piedritas que acarició el mar por años
quédate con los aplausos, los alagos, los agasajos
quédate con la chica de las piernas largas y la corta cortísima falda
quédate con el trébol y la colmena
quédate con los dos puntos
porque a mi no me hacen mucha falta
Pero déjame, déjame sola con mis miles de inquietudes
con mi nueva cabellera larga
con mis uñas mal cortadas
con mis sonrisas
con mis innecesarios llantos
con la nostalgía del viento del Altiplano
con las lombrices de las veredas en primavera
déjame con la nieve
con la lluvia
déjame fluir en el río de tu memoria
lösch mir die Augen aus: ich kann dich sehen
déjame explorar en los inconmesurables
rincones de tu anatomia
pero qué estoy dicendo
nunca más mein Geliebter
por último
quédate con mi último abrazo
que yo me quedo
aqui
con un caracol que duerme hace tres años
y un gato yugoslavo
lunes, 1 de agosto de 2011
Healer (10/11/2010)
Dánica miró al cielo y gritó:¡ no entiendo, no entiendo nada!…Tú plan no tiene ningún sentido. Su furia crecía, aumentaba descontroladamente con cada segundo que pasaba. No veía los minutos para salir de ese maldito lugar. Su corazón latía aceleradamente, su pecho parecía no poder contener más a a su agitado corazón…. Entonces cayó de rodillas en el césped y y agachó la cabeza. Se sentía avergonzada por haber gritado así, por sentir lo que sentía: verguenza, verguenza era lo que sentía. Arrodillada allí y sola soportaba las miradas de la gente, miradas acusadoras y susurros hirientes…
- ¿está loca?
+ Pobre, ha perdido la razón…¡Alguien haga algo!
Dánica, quería seguir gritando, quería descargar esa cólera q sentía dentro…la incertidumbre…el plan, todo era tan confuso. Se levantó, tomó su cartera y echó a andar lo más rápido que pudo…Algo pasaba con sus ojos, le ardían y de pronto una sustancia salada empezó a manar de esos ojos cansados, la garganta le ardía y sentía que no podía respirar. Recordó su clase de la mañana…había sentido exactamente lo mismo esa mañana. El ají panca cuando se pone a hervir emite un olor que hace que la garganta se irrite, hace que no puedas respirar y al final termines llorando.Dánica sentía que estaba en una cocina llena de ollas con miles de ajíes panca cociéndose…Ají panca, ají mirasol, ají amarillo…todos los ajíes juntos, todos torturándola lentamente.Tal vez era el castigo que se merecía.
Años atrás, cuando aún era una niña, sus familiares le habían dicho que ella era muy especial porque pertenecía a una familia de linaje Inca. ” Somos los últimos” decían por allí…somos los últimos descendientes de Huascar.Dánica se sentía muy orgullosa de ser una princesita Inca, aunque nadie más lo supiera y aunque nadie más lo creyera, pero ahora sentía que el linaje le pesaba mucho y que le estaba cobrando cuentas. Dice la historia que en la época de Huascar este había utilizado ajíes para torturar a Colla Tupac, y sabe Dios a cuántos más y todo esto para llegar al poder. Dánica sentía el ardor en la garganta, en los ojos…las sustancia caústica de ajíes quemados, hervidos..ajíes por todas partes. Era us castigo por ser como era, por sentir lo que sentía…por no merecer lo que tenía y una vez más por ser por ser…Camina, camina rápido se decía a sí misma. No pudo más y cayó de bruces invadida por el ardor que envolvía su cuerpo. No pudo más, sentía que moriría justo en ese instante…moriría ahogada en llanto y ardor… No podía articular palabras pero tenía que intentar ….Por qué, por qué todo tuvo que terminar así, por qué no puedo entender tu plan, a dónde quieres llegar….Ya no pudo decir más, pero en su mente seguía hablando… Dánica no estaba conforme, nunca lo había estado…Dios no tenía la culpa. Su plan era perfecto. Dánica había arruinado todo y ahora pagaba las consecuencias de su actos… Cuando pensó que ya no podía más, despertó de su letargo. Estaba sentada frente a su ordenador con un mensaje en el FB…
You hold my every moment…You calm my raging seas..You walk with me through fire
And heal all my disease
I trust in You!!
The healer was there to protect her and to tell her that nothing is imposible, that everything was ok ,and she just needed to trust, to trust with all her heart
You hold my every moment…You calm my raging seas..You walk with me through fire
And heal all my disease
I trust in You!!